Todos conocemos lo que es un buscador y no estamos hablando de una persona que se dedique a buscar personas y/u objetos, ni a un Santo a quién en algunas culturas le prenden una vela cuando se les pierde algo, hablamos de Google, Yahoo, Bing o DuckDuckGo.
Y hablo de todos porque aunque hay personas que no son tan asiduas al uso de la tecnología, saben de su existencia.
Podemos decir que más del 82% de las personas lo utilizan a diario, ya sea para buscar un producto que quieren comprar, una referencia, conocer el significado de alguna palabra, una receta de cocina, alquilar una casa y un sin fin de usos más. Para todas estas búsquedas existen muchísimas respuestas, es decir, hay mucha competencia en internet que desean aparecer en los primeros lugares de los tan codiciados buscadores, pero ¿cómo lograrlo?
Hablemos del SEO, este acrónimo responde a las palabras Search Engine Optimization, que significa Optimización de los Motores de Búsqueda.
Por tanto, el SEO busca mejorar el posicionamiento web a través de la optimización técnica y de los contenidos de tu sitio web, blog y/o redes sociales.
El SEO está dividido en dos grandes grupos de técnicas:
SEO On Page: como su nombre indica, se refiere a todo lo que tú puedes hacer en tu web, blog o tienda para mejorar tus posiciones en Google. Aquí entran aspectos como saber qué palabra clave elegir, cómo estructurar tu web, la velocidad de carga de tu sitio, el enlazado interno, etc.
SEO Off Page: se refiere a todo lo que no depende estrictamente de ti y que no está «dentro» de tu web. Aquí principalmente hablamos de los enlaces entrantes (número de webs o blogs que enlazan hacia tus contenidos), las señales sociales (compartidos en Twitter, Facebook, LinkedIn…), darse de alta en Google Search Console, etc.
Es importante saber que el SEO cambia vertiginosamente al ritmo que Google decide cambiar su algoritmo, hay pequeñas actualizaciones casi todos los meses y 1 o 2 grandes actualizaciones a lo largo del año, el algoritmo de cada motor de búsqueda es el que determina la jerarquía en los resultados.
Ahora bien, ya que conocemos un poco más sobre el SEO pasemos a ver cómo la ciencia de datos nos puede ayudar con esto.
La ciencia de datos proporciona información valiosa sobre el rendimiento de un sitio web, una información que nos puede ayudar a mejorar nuestras campañas de SEO. Esta ciencia se utiliza para hacer predicciones sobre próximas tendencias, para saber cómo se va a comportar el usuario mediante análisis y aprendizaje automático (machine learning).
Con la información que nos presenta la ciencia de datos podemos:
- Conocer qué buscan exactamente los usuarios.
- Crear campañas de marketing y comunicación que estén alineadas con los gustos y necesidades de nuestros clientes.
- Conocer cuales son sus preferencias.
- Identificar desde dónde acceden los usuarios a nuestra web.
- Verificar el tiempo de carga de la web, la indexación, la tasa de rebote, los errores de respuesta, los redireccionamientos…
- Verificar las URL más y menos rastreadas.
- Identificar las páginas que queremos que los rastreadores no indexen.
- Identificar fuentes de tráfico inusual, entre otros.
En conclusión con la ciencia de datos como eje principal en el desarrollo de nuestra estrategia para mejorar el SEO, ya no tendremos que trabajar basándonos en la intuición, dejar de presumir que puede funcionar y trabajar con datos específicos que nos ayudarán a dar en el blanco.